Tiempo de la diplomacia, los acuerdos y las relaciones: Cómo será el año de la liebre, que parte en enero
El pocas semanas comenzará un nuevo año en el calendario lunar chino, el cual estará regido por un animal diferente al de este año, que traerá consigo energías muy distintas a las que predominaron este 2022.
En la astrología china, cada año está marcado por un animal, siendo doce en total. Así, el signo de una persona lo determina el año en que ésta nació –no el mes, como ocurre en el horóscopo occidental–. Además, cada animal va acompañado de un elemento.
El 22 de enero de 2023 comienza el año de la liebre de agua –también llamado año del conejo o del gato–, que dejará atrás al caótico tigre de agua que nos acompañó el 2022.
“Se van a mover las relaciones diplomáticas y los vínculos de pareja”
¿Cómo es la energía de este nuevo animal? La astróloga Jimena Zúñiga, autora del libro “Mensajes del alma”, explica a Emol que “la liebre tiende a ser conciliadora, a buscar la unión, la conexión; es un animal más sociable, que busca una solución que sea más grupal (…) que fortalece vincularnos de manera más generosa y más armónica”.
Agrega que la liebre también “es inquieta, curiosa, comunicativa y se adapta”, por lo tanto, “no es un tiempo para rigideces; es un tiempo para ser muy flexibles”.
Dadas las características de este animal, la astróloga señala que “éste es un año fundamental para las relaciones, para los vínculos de todo tipo –afectivos, comerciales, bilaterales, de países–, se van a mover mucho las relaciones diplomáticas, se van a mover mucho los vínculos de pareja y con los hijos”. “Lo que hace el conejo de agua es que viene a poner énfasis en cómo nos vinculamos (…) cuánto doy y recibo, cuánto soy capaz de poner armonía en mis vínculos”, afirma.
En ese sentido, se podría tender a la resolución de conflictos: “Se va a evidenciar, se va a mostrar, lo que está en conflicto, para ser resuelto; entonces al principio puede haber bastante conflicto para llegar, posteriormente, a acuerdos”, comenta.
También será un tiempo para “conectarnos mucho con el nido, con la casa, con la familia, los amigos, los compañeros de trabajo; en los mundos personales, nos va a corresponder revisar los afectos y, en el mundo colectivo, las relaciones entre países”.
Dice que, al mismo tiempo, la liebre es un animal que “fortalece el disfrute de la vida, nos invita bastante al placer, a disfrutar la belleza de la vida y la belleza material de las cosas, en general”. Asimismo, será un año “muy creativo, de mucha productividad y conexión con la fertilidad, no solo asociada al embarazo, sino a la posibilidad de gestar proyectos”. A esto se suma el elemento agua, que –según explica– “en lo simbólico, son las emociones”, pero también hay que estar atentos a “cómo se puede mover el agua en lo literal, en océanos, mares, lluvias; es un año para poner ojo con ese elemento, con las mareas y también con volcanes, con la lava, y con las islas”. Es un año de muchas sorpresas, de hechos inéditos, en especial a contar de marzo”, anticipa.
“Van a ver que luego las guerras van a empezar a negociarse”
En la misma línea, la astróloga Ángeles Lasso comentó que el año de la liebre será muy diferente al actual. “El tigre no transa con nadie, llega y ataca. Pero la liebre es un signo tremendamente diplomático, amable, que le gusta negociar, llegar a acuerdos y, por lo tanto, van a empezar a cambiar las cosas por completo. La liebre viene a sanar los zarpazos del tigre, van a ver que luego las guerras van a empezar a negociarse”, afirmó.
Agregó que “esto lo vamos a ver en todas partes, en la política nacional, internacional, y la maravilla que tiene esto es que realmente nos va a ayudar a encontrar puntos de encuentro, lo que en el 2022 era imposible”.
A nivel individual, indicó que los más afectados por esta energía serán las personas con signo liebre y gallo. “Todo lo más importante le va a pasar a la liebre; es un año de examen, de probar quiénes son, va ser un año de desafíos para la liebre. Pero también para el gallo, que es su ‘opuesto complementario’, el otro lado de la moneda de la liebre. El gallo es frontal, dice lo que piensa y eso muchas veces resulta problemático, por eso este año debe tener cuidado”, advirtió